—Mire, compañero, yo soy revolucionario como el que más, pero esto no es un “souvenir” del Che, es una moneda de tres pesos, y no le pago por ella un dólar ni en broma, que un dólar son veinte pesos.
—Y no, no quiero una caja de puros.
—Y no, eso tampoco, que estoy con mi mujer.
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